La ministra asegura que “la dieta mediterránea, además de desempeñar un papel central para llevar una vida sana y equilibrada, es algo de todos y puede ser elemento de cohesión”
España y otros países del entorno comparten “un patrón alimentario común, recibido como herencia a través de incontables generaciones mediterráneas, y que ha sido reconocido por la Unesco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y como modelo de una alimentación saludable rica en cereales, legumbres, frutas, verduras y aceite de oliva”. Así lo ha asegurado hoy la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, en la apertura del X Congreso Internacional sobre Dieta Mediterránea, que se celebra en Barcelona.
Y es que la dieta mediterránea es, en palabras de la ministra, “uno de los activos más potentes con los que con los que contamos para la promoción de la salud, y que pueden contribuir en la prevención de las principales enfermedades crónicas, como la obesidad, la enfermedad cardiovascular, la diabetes, las enfermedades neurodegenerativas y el cáncer”.
La evidencia de sus beneficios ha quedado demostrada en estudios como el español PREDIMED (Prevención Primaria de la Enfermedad Cardiovascular con la Dieta Mediterránea), un ensayo clínico que pone de manifiesto la eficacia de este modelo de alimentación en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares. Un estudio por el que la ministra ha felicitado a su principal autor, el doctor Ramón Estruch, y a su equipo investigador.
Sin embargo, en los últimos años se ha observado un incremento de estas enfermedades crónicas entre la población. Es el caso de la obesidad, que se ve favorecida por el sedentarismo y por una alimentación “cada vez más alejada de nuestra dieta tradicional”, ha afirmado Mato.
Por eso, es importante promover la dieta mediterránea desde la escuela. En este sentido, la ministra ha asegurado que desde la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), dependiente del Ministerio, “trabajamos en medidas específicas dirigidas al ámbito escolar para concienciar sobre la importancia de llevar una alimentación adecuada, empleando para ello la dieta mediterránea como el mejor ejemplo, y de realizar ejercicio o actividad física a diario”.
Asimismo, el Ministerio que dirige Ana Mato colabora con los Ministerios de Educación, Cultura y Deporte, y de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, así como con las Comunidades Autónomas, para impulsar el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescado entre los niños.
Asimismo, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad prepara una guía revisada de educación alimentaria para escuelas, en colaboración con la Fundación Dieta Mediterránea (organizadora del Congreso) y elaborada dentro del proyecto europeo MedDiet, Dieta Mediterránea y Fomento de alimentos tradicionales, que será presentado en el evento científico que ha arrancado hoy. Para lograr una alimentación más saludable, “la educación y la información son fundamentales, especialmente entre los más jóvenes”, ha asegurado Ana Mato.
La ministra ha concluido su intervención afirmando que “la dieta mediterránea, además de desempeñar un papel central para llevar una vida sana y equilibrada, es algo de todos, y puede ser elemento de cohesión”.